¿Sabías que los germinados son alimentos vivos que nos ofrece la naturaleza? Aunque suene raro, es así. ¡Las semillas germinadas son alimentos vivos! Lo que significa que su aporte nutricional se mantiene intacto hasta que se consumen.

Su gran aporte de  aminoácidos, enzimas, clorofila, vitaminas y demás los convierten en alimentos muy completos que cubren las carencias de una dieta.

Y lo mejor de todo es que estos super alimentos vivos son muy fáciles de hacer en casa y resultan muy económicos. Se pueden cultivar y conservar de forma sencilla en casa, y se pueden disponer en cualquier época del año, con la seguridad de que mantienen sus nutrientes porque de no ser así, la semilla no germinaría.

La germinación es el proceso en el que la semilla se transforma en planta, donde ocurren una serie de etapas biológicas gracias al calor, a la humedad y al oxígeno, que son los responsables de transformar la composición de los granos en un alimento saludable.

 

Semillas germinadas o brotes

Aunque la soja germinada es la más conocida, debes saber que se pueden obtener brotes de cualquier semilla (lentejas, garbanzos, trigo, avena, etc.).  Todas estas se pueden germinar y cuando suceda y la consumamos, nos aportarán una gran cantidad de vitaminas.

Las semillas germinadas o también llamados brotes son una fuente saludable para nuestro cuerpo. Estas se caracterizan por estar vivas y llenas de nutrientes, tanto que se puede comparar con los nutrientes que aportan las frutas y las verduras. Y además, los brotes superan a estos alimentos en enzimas y clorofila.

La clorofila, por si no lo sabíais, es un gran revitalizante, antianémico y desintoxicante. Incluso en algunos estudios científicos en animales se confirmó que la clorofila  previene tumores y otras degeneraciones de tejidos.

Por todos estos motivos y por estos otros, los germinados deben formar parte de nuestra dieta diaria:

  • Son buenos depuradores
  • Regulan el tránsito intestinal
  • Impulsa la productividad de leche materna
  • Aumentan la musculación
  • Regulan el metabolismo
  • Aportan beneficios en casos de descalcificación
  • Tienen efectos rejuvenecedores en el organismo

Por otro lado, cabe destacar la gran cantidad de nutrientes como las vitaminas y minerales que aportan:

  • Alto contenido en vitamina C y betacaroteno, bueno para la salud celular
  • Alta dosis de magnesio, beneficioso para el equilibrio corporal

Asimismo, la ingesta de estas semillas es muy ventajosa para personas con problemas digestivos. Por tanto, consumir semillas germinadas es recomendable para aquellos que les cueste digerir verduras crudas o cocidas. Además, las semillas germinadas favorecen el proceso digestivo, evitando la aparición de gases y otras molestias.

 

Cómo preparar lo germinados en casa

¿Sabías que tú mismo puedes preparar los germinados en casa? No necesitas un germinador automático, puedes elaborarlos con el método más clásico: con un recipiente de cristal y una gasa.

Los pasos son los siguientes: pon las semillas que quieres germinar en el recipiente y cúbrelas con agua templada. Deja que reposen durante una noche entera y al día siguiente escurre las semillas y ponlas en un vaso o tarro de cristal con una apertura amplia. Después, tapa la boca del tarro con una gasa y para que se quede sujeta, fíjala con unas gomas elásticas.

La gasa te sirve para enjuagar las semillas sin tener que sacar la semilla del tarro. El siguiente paso será guardar el tarro en un sitio oscuro, con una temperatura de 20 º C.

No te olvides de enjuagar la semilla dos veces al día hasta que te des cuenta de que surjan los primeros tallos. Los brotes aparecerán entre el segundo y el cuarto día, dependiendo del tipo de semilla que sea. Eso sí, antes debes enjuagarla muy bien con un colador.

Puedes conservar estos germinados en la nevera durante una semana y el envasado debe ser un tarro de cristal hermético.

 

5 semillas para germinar que debes conocer:

  • Ajo: no confundas los germinados de ajo con los brotes de bulbos de ajo, que aunque son también saludables, son diferentes. Los germinados de ajo tienen una función antibiótica y antihipertensiva, y previene el cáncer de estómago.
  • Cebolla: tiene vitaminas A, B y C, son una fuente rica en enzimas y minerales como el fósforo, potasio, calcio, azufre y tienen propiedades diuréticas y antisépticas.
  • Alfalfa: con vitaminas K, B1, B2, E y D, y contiene minerales como calcio, fósforo, potasio, azufre y aporta muchos beneficios para personas con anemia y osteoporosis.
  • Albahaca: rica en vitamina A y B1, y favorece la digestión.
  • Col lombarda: tiene un alto contenido en fibra, por lo que tiene propiedades laxantes, y es un gran antioxidante.

Y tú, ¿te atreves a aprovechar este recurso que nos da la naturaleza para tener una vida más sana? ¡Cuéntanos tu experiencia!

 

Edith Gómez – Gananci

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por Celina

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